ESPAÑOL
BIENVENIDO A UNA ELECCIÓN IMPORTANTE
Esta página web es un instrumento para informar acerca de mi profesión, las numerosas iniciativas de las que formo parte y las asociaciones a las cuales tengo el gusto de representar.
Un instrumento constantemente actualizado para hablar de relaciones extraordinarias
y de la sensibilidad del alma humana.
Mi profesión no se parece a las demás, no se puede colgar la bata por la noche para volver a ponérsela por la mañana. Aquello que día a día vale para mis pacientes vale también para mí en la vida cotidiana. Las palabras pueden hacer el bien o el mal, pueden enfermarnos o curarnos y ello es el resultado del propio ser, el pensamiento que deriva es la consecuencia de la propia vida, toda ella, en cada uno de sus aspectos. No se puede dar a los demás aquello que no se tiene. La solución al propio malestar requiere una elección capaz de determinar un cambio importante, por tal motivo es necesario que el profesional al que se acude posea aquello que se está buscando. Sea lo que se está buscando.
Zygmunt Bauman ha descrito la incertidumbre de la cultura moderna con el iluminante concepto de “mundo líquido”. Una forzada, y para muchos imprevisible alternativa, que impone la renuncia a todo aquello que da seguridades en pos de una rápida evolución. El líquido adapta sus confines pero conserva la propia identidad. Karl Popper nos ha confortado y al mismo tiempo responsabilizado comparando nuestra vida con un espléndido jardín y atribuyendo a cada uno de nosotros el papel de jardinero.
Aprecio a Platón cuando escribe que el alma humana se cura con ciertos hechizos
y estos son las palabras bellas…
mi profesion
Cada uno de nosotros es único por genética, historia, sensibilidad, por su propia forma de ser, de vivir y de enfermarse. Por esta razón, un mismo suceso puede no tener consecuencias para algunos, mientras que en otros puede desencadenar enfermedades. No se trata de la objetividad del hecho que consta, sino de la subjetividad que se vuelve trauma y luego trastorno, patología de la mente y del cuerpo. Es indispensable un enfoque atento a la persona, donde prevalezca su nombre por encima del nombre del diagnóstico que la acompaña. Buchelard decía que cada uno de nosotros es el nombre que lleva consigo. Para curarse hay que volver a identificarse con el propio nombre y dejar de ser la enfermedad. El nombre del diagnóstico no sirve, más bien es un problema que hay que superar cuando nos identificamos con él. Es necesaria una observación atenta de los síntomas porque son ellos la verdadera representación del problema. Una rigurosa y diversificada formación profesional y personal me lleva a pensar que esa DIFICULTAD DEL MOMENTO en la vida, se debe afrontar en razón de una exigencia específica y que esta tiene que corresponderse con instrumentos escogidos por esa persona y para ese momento específico. El buen cazador sabe escoger la flecha adecuada de entre todas las que lleva en su carcaj. Evaluará el viento, la distancia, la presencia de obstáculos y la potencia de su arco. Su elección y su mira determinarán el resultado. Luego será como bajar por un torrente caudaloso con rápidos y rocas afiladas, pero remando juntos en la misma canoa. Yo me ocuparé del timón y juntos sabremos superar las dificultades y se alcanzará la meta. Las puertas de la vida no se abren con fatiga y acciones de fuerza, sino reconstruyendo una llave extraviada. El bisturí le sirve al cirujano para cumplir un pequeño pero fundamental gesto que salva una vida, luego de un atento análisis sobre la acción a desempeñar. No hace falta mucho tiempo; el pasado permite solo entender el presente y el futuro no ha llegado aún. No es necesario dedicar mucho tiempo a ese pasado, es en el presente donde hay que encontrar la solución. No hace falta justificarse en la incapacidad de los demás, ni culpar del proprio malestar a los otros. El sentido de responsabilidad nos hace mejores, la culpa nos ancla en el pasado y es origen de sanción, generando siempre dolor e infelicidad. Es necesario un proceso terapéutico capaz de llevar a conclusiones diferentes en el juicio sobre la propia vida. Una nueva manera de pensar que, como decía Albert Einstein, conduzca a la solución de los problemas generados por una manera de pensar anterior. De ahí la curación, primero de la mente y después del cuerpo. En la sala de espera de mi consulta hay una frase de William James, psicólogo americano de los primeros años del siglo XX quien decía: El principal descubrimiento de mi generación es que el hombre puede cambiar su vida cambiando sus propias actitudes. Mi tarea es ayudar a ver las cosas, como diría Proust, con una nueva mirada, lo cual consentirá ese cambio de actitud.
Suelo pensar que quien entra por primera vez a mi consulta tiene un problema, mientras que cuando sale, desde ese momento, ambos tenemos un problema… y juntos lo vamos a resolver.
Las palabras son como semillas que hacen nacer una nueva condición.
curriculum
Psicólogo, psicoterapeuta, criminólogo clínico y experto en psicopatología forense. Especializado en medicina psicosomática, hipnosis terapéutica, experto en terapia de las relaciones, sexología, y técnicas de mediación, en E.M.D.R. para trastornos de estrés post-traumático y síndrome DAP causados por violencia, desastres naturales o conflictos bélicos. Experto en terapias para víctimas y autores de delitos. Consultor de Decision Analysis y Neuromarketing; experto en psicología estratégica, docente de Crisis Management en PCO (Post Conflict Operations – OTAN); consultor de la Università degli Studi di Torino para un proyecto europeo sobre bioseguridad en el ámbito del antiterrorismo y miembro del Comité Científico de SpinOff UNITO. Editorialista, divulgador científico y creador de instrumentos estandarizados específicos para la comunicación. Premio Unicef 2011. Asesor para empresarios en dificultades. Autor de proyectos y programas de formación para entes públicos y privados. Ponente en cientos de conferencias. Presidente de Ecosystems Onlus sobre temáticas medioambientales y director de Psychè Centro Studi.
CUIDARSE PARA PODER CUIDAR
Dándole la bienvenida, antes de nuestro encuentro, deseo presentarle brevemente mi organización e ilustrar la manera en que esta estructura, estudiada en sus mínimos detalles y en la que nada se deja al azar, se propone acoger de la mejor manera a quien acude a mi consulta.
Acoger a quien ha depositado en nosotros su confianza es un verdadero placer al que me dedico personalmente. Mis elecciones y mi enfoque profesional me llevan a pensar que, quien está mal, tiene que ser situado en la condición de estar bien lo antes posible. Para hacerlo NO SERÁ NECESARIO RECORRER UN CAMINO LARGO Y FATIGOSO con años de terapias y, a lo mejor le extrañará, pero podrá ser agradable también. He diseñado un PROGRAMA DE CALIDAD que se basa en ofrecer un CUIDADOSO SERVICIO DE ACOGIDA, DIAGNÓSTICOS MEDIANTE TEST INTERNACIONALES ESTANDARIZADOS, TRANSPARENCIA Y DEFINICIÓN DE LA RELACIÓN PROFESIONAL y, sobre todo, EVALUACIÓN DE LOS RESULTADOS.
Las numerosas personas que he tratado en 25 años y que, tal vez le han aconsejado acudir a mí, consideran que este es el lugar correcto para resolver un problema.
La mejor terapia es aquella que da los mejores resultados, JUNTOS LOS OBTENDREMOS.
Gracias por su atención.
Dr. Walter Comello
LA HIPNOSIS ¿CÓMO FUNCIONA?
La hipnosis es un estado de conciencia especial en el que las facultades analíticas naturales se reducen lo suficiente como para permitir el uso de niveles más profundos del inconsciente para beneficiar al individuo.
Es un extraordinario INSTRUMENTO MÉDICO Y PSICOLÓGICO cada vez más empleado en diversos ámbitos. Todo ser humano dotado de actividades psíquicas normales puede acceder; el uso de esta técnica posee finalidades terapéuticas, estando totalmente libre de efectos colaterales. La HIPNOSIS CLÍNICA no prevé pérdida de conciencia o de memoria y en ningún caso puede actuar de manera contraria a los valores o modelos de quien se somete a ella.
El nivel de conciencia pasa del estado de vigilancia a un aparente estado de sueño, a través de una fase imaginativa, de un trance moderado a otro más profundo. Entre estos niveles no existen confines bien definidos. Quien se somete a esta técnica vive una agradable sensación de tranquilidad y relajación, está consciente de lo que ocurre y conserva el recuerdo cuando abre los ojos. La hipnosis se realiza a través de un monodeísmo, el mantenimiento de una idea que se transforma en condición física y psíquica en el curso de la experiencia y en un tiempo sucesivo fuera del trance. Es un fenómeno psicosomático muy natural.
LA HIPNOSIS ¿PARA QUÉ SIRVE?
Se demuestra eficaz para problemas basados en estados emotivos o costumbres consideradas inadecuadas, valoriza las capacidades individuales, estimula el sistema inmunológico, interviene de forma evidente y clínicamente mensurable sobre las terapias físicas.
Usos médicos: alivia o elimina todo tipo de dolores, tal es así que en muchos casos representa una alternativa natural a los analgésicos. Posee una gran eficacia en las terapias sexuales. Interviene de manera selectiva en todo tipo de patologías orgánicas, estimulando el sistema inmunológico e interviniendo en el área específica en clave psicosomática.
Usos psicológicos: elimina la ansiedad, la depresión, las fobias y los comportamientos compulsivos. Permite superar las dependencias al tabaco, al alcohol y a las drogas cuando existe una motivación real. A través de la sugestión hipnótica se inducen sentimientos positivos, se regulan los comportamientos alimenticios y resulta una herramienta útil en los trastornos de estrés post-traumático. Constituye siempre una solución eficaz en los procesos de armonización y autoestima.
Usos creativos: útil en el sector artístico y deportivo. Mejora las prestaciones atléticas favoreciendo una mayor atención y concentración, aumenta la resistencia muscular y permite la peak performance. Desbloquea potencialidades latentes, estimula la creatividad, favorece la actividad de anamnesis en el estudio.
LA HIPNOSIS EN MI TRABAJO
Luego de muchos años de experiencia en el empleo de este instrumento extraordinario, sigo siendo cada día el primero en entusiasmarme con los importantes resultados obtenidos. El entusiasmo es el sentimiento que enlaza el asombro y la maravilla, que estimula aún más en este ámbito de estudio e investigación y otorga a quien lo realiza energía, vida a la vida. La hipnosis es un evento natural de nuestra vida aunque no nos demos cuenta. Es un fenómeno psicosomático que cambia de manera profunda y auténtica nuestro estado en relación con nuestras exigencias y deseos. La mente, con sus vivencias cotidianas, es la responsable directa o pasiva de nuestras problemáticas. La posibilidad de comprender las razones y desactivar las relaciones causa-efecto crea las premisas necesarias de nuestro proceso de curación. La mente, si se la guía adecuadamente sabe orientarse a sí misma, sabe cuidar del cuerpo y curarlo cuando es necesario; sabe actuar con las mismas competencias con las cuales se enferma, sabe remediar aquello que antes se ha creado. En mi trabajo la hipnosis es un estado de conciencia especial, jamás de inconciencia, se conserva el recuerdo de la experiencia, no constituye un condicionamiento de la mente sino la remoción de los obstáculos que se interponen entre el trastorno y la curación. Estimula el sistema inmunológico, anula el dolor y cada sesión es un paso adelante, concreto y mensurable, hacia el bienestar; sus resultados son estables e irreversibles. Muchas batallas se presentan como complejas o difíciles, pero parece no existir límites insuperables a la capacidad de la mente de actuar sobre sí misma y el cuerpo. Mi voz acompaña y enseña a la mente a hacer aquello que ya sabe hacer y las palabras son como semillas que hacen nacer una nueva condición. Los pacientes, ya desde la primera sesión, se ven acompañados de test de evaluación de los resultados y de las variaciones en la sugestión hipnótica, de un protocolo de actuación que se desarrolla específicamente sobre la persona y de cuarenta y dos parámetros de mensuración de la intervención específicamente estudiados. Serán luego los análisis clínicos los que confirmen los resultados. Pero lo más importante es que, para que todo funcione no hay que creer. Yo no creo en la hipnosis, creo cada día en sus resultados.
Walter Comello
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Debemos tener paciencia y esperar nuevos métodos y nuevas vías para indagar.
Pero tenemos también que estar dispuestos a dejar un camino que hemos andado por mucho tiempo
si llegamos a comprender que no nos lleva a buen fin.
Solo los creyentes pretenden que la ciencia se convierta en un sucedáneo del catequismo
al que han renunciado.
Pueden censurar al investigador que perfecciona o incluso modifica sus convicciones.
En la lentitud de nuestros conocimientos científicos, allí donde no podemos llegar volando
debemos llegar cojeando…
y cojear, según las Escrituras, no es pecado.
Sigmund Freud de: Más allá del principio del placer, 1919